TERCERA PARTE. LAS VÍSPERAS
PROBLEMAS FAMILIARES.
Gilberto Flores Muñoz y Asunción Izquierdo, un matrimonio escandaloso gracias a sus historias amorosas y enredos con mujeres de él.
Asunción Izquierdo
mantenía en equilibrio su matrimonio hasta que se enteró cuando su nieto
Gilberto le contó que su esposo tenía otra mujer y una hija, las cuales Vivian
en Nayarit.
Ante la ira de su mujer,
Flores Muñoz fue abatido, Asunción, lo
corrió de la casa, Flores Muñoz escribió
su novela “Cuna de cenizas”.
Asunción, acompañada por
sus cuatro nietos, su hijo y su nuera pasaron la noche buena en una de sus casas de Acapulco para
distraerse del problema. Aunque ella ya había mandado las cosas de su esposo a
una de las casas de Nayarit.
Gilberto Flores hablo
con su hijo sobre el tema y no negó haber tenido otra familia. Además de que
este siempre sacaba la cara por él, lo defendían y trataban de entender su
situación justificándola. Sin embargo Asunción se molestó con su hijo, ya que este seguía
teniendo contacto con su padre a pesar de lo que había hecho.
El matrimonio decidió
darse una oportunidad, peno esta nueva relación solo duró dos años, los sirvientes de su casa de paseo de las palmas declararon que se llevaban bien al
principio pero que después terminó en problemas.
LA FORTUNA DE LOS
ABUELOS.
La carrera de Gilberto
Flores Muñoz no sólo fue buena políticamente, sino también económicamente
jugosa. Sus padres, le habían dejado una
gran herencia e influencias en la política.
El chofer Sandoval
Tableros enlistó los principales edificios
como parte de sus propiedades ubicando 11 en colonias proletarias.
Afirmando que también la señora Asunción poseía otros edificios pero no
recordaba la ubicación. Este era el encargado de recoger la renta de todos los
inmuebles de la colonia Polanco y de otros lugares.
Además de la residencia
en paseo de las palmas y el rancho en Nayarit que don Gilberto vendió al
gobierno en 1976, el matrimonio Flores Muñoz, Izquierdo Albiñana poseía
propiedades particulares en toda la República, su nieto ennumero seis. Casa en
Tepic, Nayarit, Tequesquitengo, Ixtapa, Acapulco y Monterrey.
la separación de Flores
Muñoz y Asunción Izquierdo en 1973 provoco conflictos de índole económica en la
familia. Doña Asunción había dado a guardar valores y acciones de sus empresas
a su hijo Gilberto, y en una crisis nerviosa provocada por la separación trató
de deshacerse de todo, su hijo lo impidió.
Sandoval Tableros agregó
que a principios de 1976, a pocas semanas del pleito en Acapulco, el doctor
Flores Izquierdo puso al frente de la inmobiliaria de su madre a un
administrador propio con objeto de ir quitando a doña Asunción poco a poco de
los derechos en la administración de los bienes raíces de su propiedad.
El matrimonio realizo
los testamentos poniendo Asunción como heredero a su hijo Gilberto, aunque este
prefirió que se cambiara y se dejara a sus hijos de él.
Tras el asesinato de
Flores Muñoz y Asunción Izquierdo, las herencias de los abuelos entraron en un
juicio sucesorio debido principalmente a que en los testamentos de 1975 los
esposos se nombraron herederos de sus respectivos bienes, muertos los dos no
existía heredero expreso.
La procuraduría no se
planteó jamás dilema alguno sobre cuál de los esposos murió primero. Convencidos
los investigadores policíacos del empleo de un arma única, el machete empleada
por un asesino.
La secuencia del doble crimen quedó establecida por la presencia del arma en el cuello de doña Asunción.
La secuencia del doble crimen quedó establecida por la presencia del arma en el cuello de doña Asunción.
Posteriormente se llegó
a la conclusión de que Flores Muñoz había sido asesinado antes que su esposa.
Elena Leyva de Alavez, la abuela materna de Gilberto, contó que un día Asunción Izquierdo llegó alterada a la casa de su hijo en Paseos del Pedregal y portando una pistola y le comentó a su sirvienta que había acabado de recibir varios anónimos en los que amenazaban en secuestrar a sus nietos, ella se los quería llevar a su casa de paseo de las Palmas para protegerlos mejor. En ese momento los niños se encontraban en la escuela y doña Asunción personalmente fue a recogerlos. Se escuchó sonar muchas veces el teléfono, y cada que doña Elena levantaba la bocina para contestar le colgaban. En una ocasión contestó la cocinera y una voz extraña le dijo que en 10 minutos iba a estallar una bomba en la casa, Todo entró en pánico, pero afortunadamente no pasó nada. Gilberto Flores Muñoz decidió aumentar la seguridad de la familia contratando guardaespaldas, escoltas y gente de seguridad. Aunque de nada sirvió, ya que siguieron mandando los anónimos con las amenazas, llamadas por teléfono, o cartas en el buzón. lo cual alteraba y ponía de nervios a toda la familia. El miedo se prolongo hasta un año.
EL ESCENARIO DEL CRIMEN.
PASEO DE LAS PALMAS 1535.
La residencia de Paseo de las Palmas la acondicionó el señor Gilberto Muñoz para el y su familia, era una casa muy amplia de tres pisos, moderna rodeada de jardines, cuartos de servicio y dos espacios de estacionamiento, tenia muros cubiertos de cantera, el primer piso tenia amplias habitaciones, la cocina, la sala principal y la de las visitas, comedor, desayunador, el despacho de Gilberto Muñoz, las escaleras principales estaban forradas con alfombra roja, las cuales conducían al primer piso en donde se encontraban amplias habitaciones completas. aun que poco a poco fue recibiendo reparaciones continuas, ya que fue quedando vieja y triste.
El terreno de la casa mide alrededor de mil metros cuadrados, de forma rectangular,
EL PERSONAL DE SERVICIO.
Siete personas trabajaban en Paseo de las Palmas, tres policías vigilantes, dos chóferes y dos sirvientas, en el tiempo en el que sucedió el doble asesinato.
OBRAS DE REMODELACION.
En febrero de 1978 se levantaron las bardas de paseo de las Palmas, se cambio la pintura de la residencia, y en el segundo piso donde se encontraba la biblioteca Flores Muñoz había decidido acondicionarla para hacer un departamento de visitas.


No hay comentarios:
Publicar un comentario